Laguna Verde: deficiencias y denuncias de contubernio con la UNAM

 

La Central Nuclear de Laguna Verde (CNLV) enfrenta graves denuncias por fallas operativas que ponen en riesgo la seguridad nacional, según el físico matemático Bernardo Salas Mar, ex trabajador de la planta y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Salas, en su calidad de ex empleado y experto en protección radiológica, ha advertido que las condiciones actuales de los reactores de la planta podrían derivar en un accidente nuclear de graves consecuencias para la población cercana y el país.

Salas reveló que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) emitió un informe titulado “Aspectos de Seguridad de Operación a Largo Plazo” (SALTO), que detalla 16 deficiencias críticas en la operación de la planta nuclear, las cuales no fueron corregidas antes de que se otorgara una nueva licencia de operación por 30 años más. Entre las fallas señaladas, destaca que muchos de los equipos de Laguna Verde han excedido su vida útil de 30 años, sin que se haya definido cuándo serán sustituidos. A pesar de este riesgo, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) renovó la licencia de operación, lo que Salas considera un acto de irresponsabilidad y negligencia.

Riesgo nuclear y deficiencias estructurales

Las advertencias de Salas no son aisladas. El informe del OIEA, respaldado por expertos internacionales, detalla que los reactores de Laguna Verde operan sin haber identificado un plan claro para reemplazar los equipos obsoletos, lo que convierte a la planta en un riesgo latente para la seguridad nacional. “Estos equipos ya cumplieron su vida útil, y la falta de un plan para su sustitución podría provocar un accidente nuclear lamentable, poniendo en peligro a miles de trabajadores y a los mexicanos que viven cerca de la central”, afirmó el experto.

El físico también expresó su preocupación sobre la falta de transparencia en las mediciones de radiactividad en los efluentes de la planta y en las estaciones de monitoreo ambiental. Salas exige que dichas mediciones sean públicas y que se permita una evaluación independiente por un laboratorio internacional, como el de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta falta de transparencia, según él, agrava la preocupación sobre la seguridad de la operación de la planta.

Denuncias de contubernio y falta de apoyo en la UNAM

Además de las deficiencias en la planta nuclear, Salas Mar ha denunciado públicamente lo que considera un contubernio entre la UNAM y la CNLV. Según sus declaraciones, la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde actualmente es académico, ha obstaculizado sus investigaciones sobre la radiactividad en torno a Laguna Verde. Afirma que el Dr. Víctor Manuel Velázquez Aguilar, director de la facultad, le ha prohibido realizar estudios radiológicos ambientales en la zona y, en un acto que califica de grave, acusa que sus equipos de detección de radiación fueron “robados” del laboratorio donde trabajaba.

Gracias a una solicitud de información ante el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI), Salas pudo localizar sus equipos, pero continúa sin apoyo para retomar sus investigaciones. El académico también ha señalado que la UNAM se ha negado a financiar su participación en congresos internacionales sobre radiación, lo que lo ha obligado a recolectar fondos por su cuenta.

Salas ha solicitado en repetidas ocasiones una audiencia con el rector de la UNAM, Dr. Leonardo Lomelí Vanegas, para abordar estas preocupaciones, pero hasta la fecha no ha recibido respuesta. Esta falta de apoyo y la actitud obstructiva de la facultad, en palabras de Salas, sugieren un posible encubrimiento de los riesgos de Laguna Verde en complicidad con la universidad, lo que agrava la situación.

Exigencias de intervención y medidas urgentes

En un intento por dar a conocer la magnitud del riesgo, Salas ha señalado que hará del conocimiento de estas irregularidades a la presidenta Claudia Sheinbaum, con el objetivo de que se tomen medidas inmediatas para corregir las deficiencias señaladas por el OIEA y garantizar la seguridad de la operación de Laguna Verde. El físico enfatiza la importancia de que se realice una evaluación independiente y que se detenga cualquier plan de construcción de un nuevo reactor en la planta hasta que se corrijan las fallas actuales.

“Es imperativo que se hagan públicas las mediciones de la radiactividad en los efluentes de la CNLV y en las estaciones de monitoreo ambiental de radiactividad”, insistió Salas, aludiendo a la necesidad de transparencia en los procedimientos de seguridad.

A pesar de ser un defensor del uso pacífico de la energía nuclear, Salas advierte que la irresponsabilidad con la que se opera Laguna Verde podría tener consecuencias catastróficas para la población. Ante la gravedad de las acusaciones, exige que el gobierno mexicano y las autoridades internacionales tomen cartas en el asunto de inmediato para evitar una tragedia nuclear.

Un llamado urgente a la acción

Mientras el riesgo sigue latente y las denuncias de contubernio entre la UNAM y Laguna Verde se acumulan, Bernardo Salas continúa su lucha por visibilizar los peligros de la planta. Pide apoyo tanto moral como económico para asistir a la “11 Conferencia Internacional sobre Áreas de Radiación Ambiental de Alto Nivel” (ICHLERA-11) en Kuala Lumpur, Malasia, donde presentará su trabajo sobre los riesgos de radiación en la planta mexicana. Mientras tanto, la preocupación crece entre la población y los expertos que han seguido de cerca la operación de Laguna Verde.

La comunidad científica y la sociedad en general esperan que las autoridades mexicanas actúen de manera transparente y responsable para garantizar la seguridad de los ciudadanos, frente a un panorama que apunta a negligencias y omisiones que podrían tener consecuencias irreparables.

Luis Ortiz/RCK Noticias/Veracruz, Ver.

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