Contrapunto por Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
Miguel Ángel Gómez Ruiz
Poder Judicial, invadido por imbéciles
El tema más importante de las últimas semanas ha sido, sin duda, el del Poder Judicial. No hay día en que no se hable de todo lo malo que ocurre al interior del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz (TSJEV). La presidenta del órgano, Sofía Martínez Huerta, no sólo traicionó sus principios, si es que los tenía, sino que traicionó al gobernador Cuitláhuac García.
Y lo traiciona cometiendo errores garrafales que no sólo le costará derrotas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sino porque mostró su ignorancia a la Ley juicio de Amparo, al sustituir a los magistrados Marco Antonio Lezama Moo y Roberto Dorantes, quienes contaban con amparos concedidos.
Al parecer, ignora que tanto ella como todos los magistrados que votaron a favor de las sustituciones, podrían ir a la cárcel, sin importar los cargos que ostentan.
Vaya, el Poder Judicial se convirtió en la prostituta del gobierno y del Congreso local. Y este día, de acuerdo a fuentes fidedignas, se vio a una Sofía Martínez Huerta empoderada, claro, como no estaban los integrantes del Consejo de la Judicatura en este pleno, se sintió la reina, pero me temo que eso durará muy poco.
Traiciona al gobernador porque declaró a medios de comunicación que los nombramientos de los seis nuevos magistrados eran correctos y hace apenas unos días, despotricaba en contra de todos ellos, inclusive, de las tres personas que fueron elegidas por el Consejo de la Judicatura para sustituir a tres de sus alfiles, entre ellos su nuera Mayra Angélica Martínez Juárez, que fue obligada a salir por la fuerza de las instalaciones del TSJEV.
Del mismo modo, traicionó al gobernador al echar del pleno a Marco Antonio Lezama Moo, el mismo que la propusiera para presidenta el 2 de diciembre del año pasado. Lezama Moo fue el que movió los hilos y que se encargó del reparto del dinero para el resto de los magistrados que votaron a favor de Sofía Martínez.
El hombre, que mostró el amparo que le fue concedido para no dejar su magistratura pese a que cumplió 70 años, no pudo evitar que la señora presidenta lo corriera del pleno, cual si fuera un perro: “Me arrepiento mil veces de haberla propuesto” le gritó. Ella sonreía burlonamente.
Y no estaba de buenas la señora. Repito, empoderada, se dedicó a avalar a su gusto las decisiones y lo que le convenía. Olvidó que el pasado 15 de julio se había comprometido a promover una controversia constitucional y hoy ni siquiera permitió que el punto fuera incluido en el orden del día.
Avalada por su amigo íntimo, Dionisio Gutiérrez García, el mismo que se encargó de que estudiara la carrera ya siendo una adulta, la presidenta del Poder Judicial cree que puede hacer lo que quiera al estar al mando.
Hasta ahora no se sabe si ya permitió que tomaran sus cargos los funcionarios que nombró el Consejo de la Judicatura –cabe recordar cuando casi la hacen pedazos hace apenas unos días-. Ella había solicitado el apoyo de elementos policíacos para evitar que ocuparan sus oficinas, con la esperanza de que no procedieran tales cambios.
Hoy, no blandió el bastón, pero sí alzó los brazos en una clara muestra de que ella no permitirá que le quiten el poder tan fácilmente.
Este martes, Sofía Martínez Huerta humilló a Marco Antonio Lezama Moo, a los diputados, al representante del Poder Legislativo, Humberto Hernández Reducindo; al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y a sus compañeros magistrados. Y todo porque aún cree que puede disponer del Poder Judicial a su antojo.
Del mismo modo, como bien dicen por ahí “por sus pistolas” nombró a los nuevos integrantes de la comisión de la pensión obligatoria: Roberto Armando Martínez Sánchez, Alejandro Gabriel Hernández Viveros y a María del Socorro Hernández Cabrera, sin consultar a nadie. Ella es quien manda, le pese a quien le pese. Así parece.
Tristemente, el Poder Judicial parece contar con una dictadora, Sofía Martínez Huerta vive en un sueño que se podría convertir en su peor pesadilla. Hasta el momento sólo ha dado lo peor de sí y por ello ha desprestigiado el Poder Judicial. Es autoritaria, impositiva e imbécil, porque sus malas decisiones la llevarán a sufrir derrotas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
No es gracioso que el TSJEV haya sido invadido por simpatizantes de Morena desde finales del año pasado. Primero fueron trece, entre ellos Martínez Huerta. Posteriormente llevó a familiares y amigos a apoderarse de la mayor parte de las oficinas del Poder Judicial y ahora recibe a cinco magistrados más. Para acabar pronto, de los 18 que llegaron, si acaso dos o tres cuentan con experiencia judicial, el resto no pasa de ser un grupo de burócratas mediocres que aprovecharon las circunstancias de ser cercanos al gobernador y a los diputados de Morena.
Y lo peor es que no se dejar ayudar. Cuenta una fuente que hoy la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros solicitó que los cambios que iban a tratarse en el pleno se hicieran uno por uno, sin embargo, Martínez Huerta desoyó la solicitud e hizo lo que quiso.
Tal fue su desdén hacia el resto de sus compañeros, que al final realizó un brindis, para recibir –hipócritamente- a los magistrados amigos del gobernador que recién se sacaron la lotería, al ser avalados por los diputados locales.
Pero no lo olvide, el tema de los magistrados Marco Antonio Lezama Moo y Roberto Dorantes dará de qué hablar, pues en su momento, la Suprema Corte de Justicia dará su veredicto y allí podría haber una nueva decepción para la aún magistrada, si es que sigue en el poder.
El único cambio que los magistrados no aprobaron fue el de Pedro Luis Reyes Marín, que seguirá en el Consejo de la Judicatura. No se aprobó su cambio como visitador, por el hecho de que además de que es consejero, administra el Fondo de Mejoramiento de la Impartición de Justicia, que maneja alrededor de 600 millones de pesos y se habla que de eso fondo quedan menos de dos millones ¿A dónde se habrá ido todo el dinero? Pronto se sabrá.
Cabe señalar que las magistradas Concepción Flores Saviaga y Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros no votaron a favor de los cambios de los magistrados Lezama Moo y Roberto Dorantes, para no violar la Ley de Amparo.
¡Quédate en casa!
Agencias/RCK Noticias/Xalapa, Ver.
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