Poder Judicial, más atrocidades: Contrapunto
El Poder Judicial se llenó de suciedad desde que la mal llamada 4ª transformación llegó a gobernar. Aunque se molesten los exquisitos o los tundeteclas que laboran para el sistema. No hay otra forma de decirlo.
Primero, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que se entrometió en ese poder para hacer y deshacer. Logró sacar del Poder Judicial a Edel Álvarez Peña que bien podría haber buscado un segundo período. A fin de no tener problemas, se hizo a un lado.
Posteriormente, el mandatario logró colocar a Sofía Martínez Huerta como presidente, una completa improvisada y que permaneció muchos años como secretaria de un juzgado municipal. Sin preparación, sin una carrera judicial que garantizara que se conduciría con brillantez. No, a los pocos meses de magistrada incurrió en actos de corrupción y fue inhabilitada y aún no ha quedado claro qué ocurrió con los recursos que habría desviado.
Un grupo de magistrados, encabezados por Concepción Flores Saviaga destituyeron a Martínez Huerta y tuvieron la mala fortuna o mala pata de elegir a una que estaba peor que la destituida. Se trató de Isabel Inés Romero Cruz, que fue una empleada mediocre por muchos años tanto en el tribunal como en el juzgado a donde fue enviada para evitar que fuera a la cárcel.
Sin grandes estudios, ni maestrías ni doctorados y ya estando prácticamente retirada, Romero Cruz se sacó la lotería y fue convertida en presidente del Poder judicial. Con ella, se adhirió un extenso grupo de personas carentes de carrera judicial y además, muchos empleados recomendados por el gobernador Cuitláhuac García y su pariente, Eleazar Guerrero.
Todos improvisados, comenzaron a hacer y deshacer en el Poder Judicial. Se gastaron el presupuesto 2021 en siete meses, han dañado a la estructura del Poder Judicial y, además, muchos empleados, sin merecerlo, tienen salarios elevados.
Inclusive, grandes amigas del gobernador Cuitláhuac García Jiménez fueron convertidas en magistradas. La mayor parte, carentes de conocimientos. Entre ellas, Aileth García Cayetano, que se frustró al no ser elegida fiscal anticorrupción y que es comadre de Cuitláhuac, pues es esposa de Elio Hernández, titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (Siop).
Como premio por el compadrazgo o comadrazgo según se quiera ver, Aileth García es ahora magistrada. No tiene carrera judicial pero ya es magistrada y simula cobrar menos para disminuir los gastos de allí, pues casi todos en el Poder Judicial están contentos de trabajar para el gobernador.
De hecho, Cuitláhuac García Jiménez, Isabel Inés Romero y los diputados de Morena, se han burlado de la ley al no reponer en sus cargos a los magistrados Marco Antonio Lezama Moo y Roberto Dorantes Romero, quienes cuentan con amparos, es decir, tanto el gobernador como sus trabajadores violentaron la ley de Amparo.
Y para más, la propia Isabel Inés Romero Cruz se sometió al mandatario, casi casi besándole los pies, al aceptar un presupuesto muy reducido para este año, casi 600 millones menos y como es natural, ante tanto lujo de los morenistas el dinero se acabó.
Ahora, tendrá que valerse de una ampliación presupuestal, en lugar de haber promovido una controversia por no haber recibido el dos por ciento del presupuesto estatal, tal y como lo marca la Constitución.
El Poder Judicial de Veracruz va en caída hacia el abismo, pues ni siquiera Isabel Inés Romero tiene conocimiento sobre cómo manejar un presupuesto y eso se lo ha dejado muy claro, pues ella no sólo se somete a las órdenes del gobernador, sino que también obedece al consejero Humberto Hernández Reducindo, colocado allí por el diputado Juan Javier Gómez Cazarín y por supuesto, por Joana Marlén Bautista, llevada hasta allí por Eleazar Guerrero, pues era su secretaria particular.
Atropello contra magistradas (os)
No sólo Isabel Inés y su camarilla violentaron la ley de amparo al pasarse por el arco del triunfo las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con relación a los casos de Roberto Dorantes y Marco Antonio Lezama Moo.
También violentaron los derechos de Concepción Flores Saviaga, en lo que representa un castigo por las declaraciones que realizó contra el mal trabajo realizado por la presidente y su banda.
Flores Saviaga criticó el mal manejo de los recursos allí y, además, las malas decisiones de una presidente que no da una.
Le quitaron su despacho y se lo entregaron a Lizbeth Hernández. Ahora la magistrada Concepción será visitadora y todo apunta a que es una venganza.
Y también arremetió contra la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, que la supera en conocimientos, capacidad, experiencia y calidad humana. El 17 de agosto pasado Isabel Inés –al estilo chimoltrufia- le envió un escrito para ordenarle que debía dejar su despacho. Y no sólo eso, ordenó al personal de la Contraloría para que rompiera varios reconocimientos que ganó en su extraordinaria carrera.
Pero algo que ignoran el gobernador y su banda de truhanes es que en algún momento la justicia les caerá encima, precisamente porque desconocen la ley. Ya se verá.
¡Quédate en casa!
Miguel Ángel Gómez Ruiz/RCK Noticias/Xalapa, Ver.
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