Un gobernador sin suerte: Contrapunto
Veracruz requiere de un gobernador y sí, de un buen gobernador. Los últimos días para Cuitláhuac García han sido duros, tortuosos y ha ido de fracaso en fracaso.
No sólo el tema de los Ultrajes a la autoridad le robaron tiempo y le quitaron la sonrisa burlona –esa que se cargan tantos en Morena-, sino que se metió en líos al no publicar en el Diario Oficial del Estado que ese delito ya había sido eliminado de la ley estatal. Al igual que él, los diputados locales de Morena, PT y Verde actuaron torpemente y cometieron desacato, con riesgo de ser destituidos.
Del mismo modo, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó la ilegalidad que cometieron el gobierno del estado y la mayoría morenista al reducir las prerrogativas de los partidos políticos al cincuenta por ciento. Ese era un bodrio que estaba destinado al fracaso y confirma que esta legislatura morenista podría ser peor que la anterior.
A la vez, García Jiménez sigue siendo un juguete del presidente López Obrador. Ha tomado el mismo tono pendenciero que su mesías y se burla de los políticos de derecha y de todos aquellos que se le ocurren, con burlas y provocaciones que lo hacen ver como un mozalbete de colonia de quinta.
No es posible decir si está a tiempo de corregir el rumbo, pero vienen muchos asuntos de importancia en los que ha estado inmiscuido. Por ejemplo, esa extraña relación que mantiene con Isabel Romero Cruz del Poder Judicial y que nos lleva a los recursos del fondo de retiro para los magistrados, con un importe cercano a los mil 700 millones de pesos que hoy no están.
No olvidemos que el pleito con Sofía Martínez Huerta (ya fallecida) fue porque la presionaron para que soltara ese dinero y ella se negó. Desde allí inició su declive y destitución.
Y tantas observaciones detectadas en su administración en las cuentas públicas. Aquí el problema es que el gobernador no le hace caso a ningún poder y se arriesga mucho, creyendo que su presidente siempre lo va a proteger y es importante que entienda que no será así. De estar ambos en riesgo de caer al abismo el único que se irá al fondo será Cuitláhuac. Ojalá lea esto.
Mala administración
La mediocridad ha reinado en el Poder Judicial. Presumieron disminución de salarios de magistrados y de personal administrativo y no fue así. Hubo amenazas de despidos a muchas personas y resulta que las cuentas van peor. O sea, no hubo tales ahorros.
Mala gestión con el tema del coronavirus; desobediencia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el tema del magistrado Marco Antonio Lezama Moo –en el caso de Roberto Dorantes fuimos enterados que ya fue repuesto en su cargo- y falta el tema de la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, despedida injustificadamente y que será respuesta en su cargo tarde o temprano.
Según algunos trabajadores de allí –que declararon bajo condición de anonimato- el tema administrativo, es decir, el manejo de recursos sigue siendo un “desmadre”.
La presidente del Poder Judicial, Isabel Romero Cruz, sigue cerrando juzgados del orden de lo familiar y cambiándolos de distritos, perjudicando a muchos justiciables que, en muchos casos, sobre todo por el tema de la pandemia de coronavirus, no tienen dinero, pues no hay trabajo, no hay de dónde sacar para viajar, por muy corto que sea el trayecto.
Aunado a ello, hay quejas de empleados a los que se les ha obligado a publicar su apoyo al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y también sobre el tema de la revocación de mandato, pues ya está confirmado que los mexicanos no están interesados en esa consulta inútil.
A la vez, obligan al personal a viajar a varios lugares para apoyar al presidente o al gobernador, con gastos que afectan al Poder Judicial. En fin.
Arreglo histórico
Si hay un líder sindical en Veracruz que se distingue por su calidad humana y apertura al diálogo ese es Rolando Ortega Salazar.
El dirigente del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Xalapa, mantuvo un diálogo exquisito con las autoridades locales y logró que el alcalde Ricardo Ahued Bardahuil coincidiera con él en cuanto a las necesidades de los trabajadores del municipio.
Además del 3.9 por ciento de aumento al salario, logró que la administración municipal destine 49 millones de pesos a beneficio de los trabajadores menos favorecidos. A la vez, el manejo de la pandemia, cuidando a los trabajadores más vulnerables fue ejemplar. No hubo pérdidas.
Y vendrán mejores cosas para Rolando Ortega, quizá en la siguiente elección podría ser regidor, pues se lo ha ganado a pulso, por su cercanía con la gente y su don de servir.
Pasó otra semana y en el Poder Judicial su deficiente personal sigue ignorando la indicación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para que haya un arreglo con la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros y se le pague lo que se le debe. Así, sin más.
Porque una vez que gane su amparo, tendrá que volver al Poder Judicial y se le tendrá que pagar todo lo que se le debe y peor aún, seguirá dejando en vergüenza a Isabel Romero Cruz, pues la diferencia entre ambas es de aquí a la luna.
¡Quédate en casa!
Miguel Ángel Gómez Ruiz/RCK Noticias/Xalapa, Ver.
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